FUNDAMENTACIÓN CIENTÍFICA DE LOS EFECTOS DE LA AURICULOTERAPIA
ASPECTOS GENERALES DEL SISTEMA NERVIOSO SIMPÁTICO
La parte simpática del SNV es la de mayor extensión, tiene una distribución mucho más amplia que el Sistema Parasimpático, ya que inerva todas las glándulas sudoríparas de la piel, los músculos erectores de los pelos, las paredes musculares de los vasos sanguíneos, el corazón, los pulmones y otras vísceras del abdomen y de la pelvis.
Tiene una estructura de carácter segmentario, por lo que su parte central está situada en los cuernos laterales de la MÉDULA ESPINAL (ME) a nivel de CVIII, Thl-LlI ó LlII en el núcleo intermediolateral, Fig 15 (Porción Central del Sistema Nervioso Simpático) aunque algunos autores plantean la participación del núcleo intermediomedial. Aquí se localizan los centros vasomotores, pilomotores y sudoríparos, y se considera que las diferentes partes de la MÉ influyen en la troficidad, termo regulación y el metabolismo.
La parte periférica del Sistema Simpático está compuesta por los troncos simpáticos, derecho e izquierdo (cadena ganglionar laterovertebral), situados a ambos lados de la columna vertebral desde la base del cráneo hasta el cóccix y formada por ganglios conectados entre sí por filetes nerviosos interganglionares (cordón intermedio).
Fig 15
El ganglio cervical superior tiene un amplio territorio de inervación para los vasos cerebrales, las meninges, la hipófisis y al órgano de la visión, asegura la vasomotricidad de la cara, de las glándulas de la cabeza, de la glándula tiroides y de la laringe, participa en la inervación de la faringe y del esófago y forma parte del plexo cardíaco. Es decir, de él parten nervios para la cabeza, el cuello y el tórax, a los que se unen fibras procedentes del resto de los ganglios cervicales.
De manera general, estos nervios reparten sus fibras formando plexos alrededor de las arterias; por ejemplo, el nervio carótido externo, acompaña a la arteria homónima y sus ramos dan inervación a la oreja.
VÍAS NERVIOSAS SIMPÁTICAS:
* Vía Eferente Simpática Fig 16
Las fibras preganglionares son axones de las células nerviosas de los cuernos o astas laterales de la sustancia gris de la MÉDULA ESPINAL. Estas fibras salen por las raíces ventrales de los nervios espinales correspondientes, al que abandonan para formar los ramos comunicantes blancos y unirse a la cadena ganglionar, al alcanzar el tronco simpático las fibras preganglionares pueden comportarse de distintas maneras:
- a) Terminar en el ganglio correspondiente
Fig 16
- b) atravesar este ganglio y ascender o descender para terminar en un ganglio de nivel superior o inferior; o
- c) atravesar el ganglio correspondiente sin interrumpirse en él, para luego emerger en uno de los ramos del tronco simpático y alcanzar un ganglio periférico.
Los axones de las células ganglionares constituyen las fibras postganglionares que se distribuyen por los órganos efectores de muy diversas formas:
- a) llegan al nervio espinal a través del ramo comunicante gris, para luego distribuirse por los ramos ventrales y dorsales de los nervios espinales e inervar a los vasos sanguíneos, glándulas sudoríparas, folículos pilosos, etc. de su zona de inervación;
- b) pueden pasar a un ramo interno de un ganglio para distribuirse a ciertas zonas o vísceras;
- c) dirigirse a los vasos sanguíneos próximos al tronco simpático e inervarlos, o acompañarlos a ellos ya sus ramas en su distribución periférica; y
- d) pueden ascender o descender a niveles superiores o inferiores antes de abandonar el tronco simpático por uno de sus ramos internos. por un ramo comunicante gris o junto con los vasos sanguíneos adyacentes.
Después de difundirse a través de los plexos. las fibras postganglionares se distribuyen principalmente a lo largo de los vasos sanguíneos o de algunos conductos.
Vía Aferente Simpática Fig 17.
Fig 17
La sensibilidad visceral y de los vasos sanguíneos, transcurre por fibras A Beta, ADelta y B, que constituyen las prolongaciones periféricas de las células unipolares situadas en los ganglios nerviosos espinales. Sus prolongaciones centrales se dirigen por las raices posteriores correspondientes hacia el Sistema Nervioso Central (SNC) – ME, cuerno posterior alcanzando las diversas vías de la sensibilidad, conscientes o no. Estas neuronas son las responsables de la conducción de los impulsos aferentes que inician los reflejos viscerales.
Los diferentes componentes de las vías nerviosas simpáticas forman el arco reflejo visceral y constituyen el sustrato anatómico en que se apoya la relación entre las vísceras y el SOMA, del que parte la explicación de los reflejos viscerocutáneo y cutivisceral.
Según Kohlrausch los reflejos viscerocutáneos nacen en las vísceras, tienen un trayecto que sigue los nervios simpáticos, pasan sin detenerse por el ganglio simpático y se incorporan al nervio espinal por los ramos comunicantes blancos, alcanzando el ganglio espinal donde se localiza la primera neurona de la vía aferente, la información continua por la raíz posterior o dorsal de la ME para arribar a través de contactos sinápticos a las neuronas del cuerno posterior de la sustancia gris. La parte eferente del reflejo ventral a través de una neurona situada en los cuernos laterales de la ME cuyo axón se dirige al ganglio de la cadena simpática por el ramo comunicante blanco, donde hace sinapsis con sus neuronas, y de las que parten fibras que se unen al nervio espinal llega información a la región cutánea inervada por el mismo segmento que inerva a la víscera. Fig 18
Fig 18
Los reflejos cutiviscerales se inician en la piel y siguen las vías sensitivas habitualmente descritas, pasando por el ganglio espinal raíz posterior o dorsal, hasta llegar al cuerpo posterior de la ME, a través de neuronas intercalares (de asociación) se dirigen a los núcleos simpáticos situados en el cuerno lateral y las prolongaciones, alcanzan la raìz ventral, y por los ramos comunicantes blancos llega al ganglio de la cadena simpática. De las neuronas de este ganglio (o de ganglios intermedios) salen los axones que se dirigen a la víscera inervada por el mismo segmento del que parten fibras para una determinada zona cutánea. Fig 19
Estos reflejos son la base de la Teoría somatovisceral planteada por Félix Mann(1960) e Ishikawa (1949, 1962), así como de los denominados Segmentos cutáneos o Zonas de Zajarín -Head.
Por su extensa y particular forma de llegar a cada estructura orgánica el sistema simpático reúne en sus centros (ME) hasta el más ínfimo componente de nuestro organismo. En todos los segmentos medulares de CVIII-Thl-LlI ó LIII está el centro autónomo simpático, el que inerva con sus fibras una región cutánea, vísceras y otras estructuras somáticas. De forma tal que, al extenderse por todos sus nervios, y tener conexiones con todas las áreas del cuerpo incluyendo los órganos internos no es sorprendente que en la superficie auricular estén representadas estructuras de las diversas cavidades y el SOMA, Fig 20 (Inervación sensitiva de la oreja por ramas del plexo cervical. (Trayecto del impulso cervical hasta la médula) lo que se explica por las conexiones intrasegmentarias, intersegmentarias y de los segmentos con los suprasegmentos, que más adelante ampliaremos.
La inervación por medio del Sistema Nervioso de la vida de relación posee una sensitiva y otra motora.
INERVACIÓN SENSITIVA
- Se realiza a través de los siguientes nervios:
- Nervio Auricular Magno (rama sensitiva del plexo cervical)
- Nervio Occipital Menor (rama sensitiva del plexo cervical)
- Nervio Auriculotemporal (emerge del nervio mandibular, rama del trigémino)
- Ramo Auricular del Nervio Vago
- Ramas anastomóticas de los nervios Facial y Glosofaríngeo con los anteriores.
Fig 20
TRANSMISIÓN DE IMPULSOS POR VÍA DE ESTOS NERVIOS HASTA LOS CENTROS DEL TRONCO ENCEFÁLICO (TE) Y LA ME
El Nervio Auricular Magno (CIII) inerva en la cara ventrolateral la mayor parte de su superficie: Hélice (excepto la raíz y parte de la porción anterior), Antehélice, Canal del Hélice y tercio posterior del Lóbulo. En la cara dorsomedial inerva los dos tercios inferiores de los detalles anatómicos formados por la impresión que dejan en ella el Hélice, el Canal del Hélice (eminencia del Canal del Hélice), el Antehélice y el Lóbulo.
El Nervio Occipital Menor (CII y CIII) inerva el tercio superior de la cara dorsomedial. La sensibilidad térmica, dolorosa y táctil de estas partes de la oreja, transcurre por fibras de estos nervios, que están constituidas por prolongaciones periféricas de las neuronas sensitivas del ganglio espinal. El impulso continúa su trayecto por la raíz dorsal y las prolongaciones centrales de las células ganglionares, y llega al cuerno posterior de la ME haciendo sinapsis con diferentes tipos de neuronas distribuidas en las láminas de Rexed (I-VI), en dependencia del tipo de estímulo aplicado
El asta (cuerno) posterior de la ME constituye un importante elemento que permite la integración de estímulos sensoriales, incluyendo los térmicos y dolorosos, procedentes del SOMA, que son conducidos hasta allí por fibras nerviosas A Delta y C, las que hacen sinapsis con neuronas que responden a este tipo de estímulo, localizadas fundamentalmente en las láminas II y III (sustancia gelatinosa), aunque, según diversos autores también se distribuyen por las láminas I (Zona de Waldeyer), IV-V (núcleos propios) y VI (núcleos torácicos).
Algunas de las láminas se interconectan (I y II). Las neuronas secundarias de las láminas antes mencionadas envían axones a otros segmentos por medio de sus fibras intersegmentales, otras (la mayoría) cruzan la línea media por la comisura blanca anterior y forman el Tracto Espinotalámico Lateral.
Hay autores (Miralles) que plantean que los estímulos térmicos no dolorosos son trasmitidos por fibras A Beta; por lo que es probable que transcurran junto a las fibras para el tacto, y tal vez no con la del dolor.
Se admite que los estímulos dolorosos utilizan otras vías alternativas que parten del cuerno posterior para llegar a los suprasegmentos (Funículo posterior, Tractos Espinorreticular y Espinorectal).
La sensibilidad táctil no discriminativa es trasmitida por fibras A Beta que transcurren por la raíz dorsal, y es recibida por células nerviosas en las láminas III-IV, cuyos axones cruzan la línea media y forman el Tracto Espinotalámico Anterior, que al igual que la sensibilidad dolorosa puede usar otras vías.
La sensibilidad táctil discriminativa y la presión, se trasmiten por fibras A Beta y A Gamma, respectivamente (que son prolongaciones centrales de las neuronas del ganglio espinal y ascienden por el funículo posterior a los núcleos Grácil y Cuneiforme de la Médula Oblongada (MO).
Estímulos propioceptivos inconscientes van por fibras A Alfa (se plantea también la participación de fibras A Beta) hacia las láminas IV-VI (principalmente a la V y VI) del cuerno posterior de la ME. De los cuerpos neuronales de estas láminas parten fibras que cruzan el plano medio y forman Tracto Espinocereberal Anterior, otras fibras ipsilaterales participan en la formación del Tracto Espinocerebelar Posterior. Sin embargo, los propioceptivos conscientes lo hacen por fibras A Beta que llegan al funículo posterior como parte de los Tractos Grácil y Cuneiforme para llegar a los núcleos del mismo nombre situados en la MO.
Está demostrado que es característico, en muchas células nerviosas del asta posterior de la ME, la superposición o convergencia de funciones, lo que les da la posibilidad activarse al recibir aferencias de diferente origen y naturaleza; esto permite que en sus varias láminas y núcleos se realicen la mayor parte de los mecanismos de modulación de los estímulos que le llegan (nociceptivos en la sustancia gelatinosa} dando lugar a una interacción entre estados excitatorios e inhibitorios. Estos estímulos son modulados también por haces descendentes formados por fibras procedentes de estructuras nerviosas situadas por encima de la ME (Tracto Retículoespinal y Corticoespinal lateral).
La sensibilidad que se trasmite por los nervios craneales es recogida según el estímulo aplicado por el mismo tipo de fibras que en la ME.
El Nervio Auriculotemporal, a través de su ramo auricular anterior, inerva la Fosa Triangular, raíz y parte de la porción anterior del Hélice, Trago, Antitrago, Incisura Intertrágica; parte anterior del Lóbulo, además ofrece inervación propioceptiva a los músculos oreja fig 21
Cuando se estimulan los receptores de la sensibilidad general de estas zonas, el impulso nervioso recorre el nervio hasta llegar al Ganglio Trigeminal (de Gasser}. Las prolongaciones centrales de las neuronas ganglionares conducen la información a los núcleos sensitivos del trigémino (centros sensitivos trigeminales del tronco encefálico. Los impulsos táctiles van por la raíz sensitiva del trigémino a los núcleos sensitivo principal, a las porciones oral e interpolar del núcleo del tracto espinal y a las láminas III y IV de la porción caudal de este mismo núcleo. Fig 21
La sensibilidad térmica y dolorosa es recibida por las láminas I, II, V y VI de la porción caudal del núcleo del tracto espinal; sin embargo, las láminas I y II son las de mayor participación en la recepción de este tipo de sensibilidad proveniente de la oreja, debido a que 1as fibras que forman las ramas del nervio mandibular se colocan en una posición más craneal con respecto al resto de las fibras que forman las ramas trigeminales. Fig 21 Estimulos propioceptivos son conducidos al núcleo del tracto mesencefálico por las prolongaciones periféricas de sus neuronas unipolares, las que atraviesan el ganglio trigeminal sin detenerse en él y luego forman parte de la raíz sensitiva del trigémino. De esta forma, las neuronas unipolares de este núcleo son neuronas sensoriales primarias situadas en el SNC. Fig 21.
Fig 21
Por fibras procedentes del Nervio Vago y de ramos comunicantes del Glosofaríngeo Facial se inerva la concha en la cara ventrolateral; la eminencia de la concha en dorsomedial es inervada por fibras sensitivas de estos tres nervios que se añaden al nervio auricular posterior del Facial. Fig 22
Los estímulos sensitivos generales (tacto, temperatura y dolor) son captados en por el nervio vago, mediante sus fibras procedentes de las células nerviosas unipolares de su ganglio superior (yugular) que forman el ramo auricular.
Estos impulsos son trasmitidos por las prolongaciones centrales a las células nerviosas más caudales del núcleo del tracto solitario (NTS), que es el núcleo sensitivo común para los nervios Vago, Facial y Glosofaríngeo. Fig 22
Se tiene la opinión de que parte de las fibras aferentes somáticas penetran en el bulbo y terminan en el núcleo del tracto espinal del trigémino y en el núcleo dorsal del vago.
La sensibilidad general captada por el Nervio Glosofaríngeo es conducida como sigue: el impulso puede ser trasmitido hacia el ganglio inferior del glosofaríngeo a través del ramo comunicante para el nervio vago (formado por las prolongaciones periféricas de sus neuronas), las prolongaciones centrales que parten de las neuronas ganglionares alcanzan las células nerviosas de la parte media del NTS. Un grupo de fibras que emergen del ganglio inferior se dirigen al ganglio superior del vago, acompañando la raíz sensitiva de éste hasta el NTS. Fig 22
Se tienen datos de que las fibras de la sensibilidad general relacionadas con el glosofaríngeo, terminan en el núcleo del tracto espinal del trigémino.
Fig 22
Cuando la sensibilidad es recogida por el Nervio Facial se realiza a través de sus fibras auriculares (para algunos muy escasas) que van en la composición del nervio cuerda del tímpano hasta el ganglio geniculado (sensitivo), las prolongaciones centrales de sus células llegan a la parte superior (craneal) del NTS.
Por sus conexiones con el glosofaríngeo y el vago, el impulso nervioso puede dirigirse a los centros del Tronco Encefálico (TE). Fig 22 También se hace referencia a las conexiones de las fibras sensitivas del facial con el plexo cervical (Nervio Auricular Magno). Muy escasas fibras nerviosas sensitivas del facial terminan en la parte caudal del núcleo del tracto espinal del trigémino.
De este modo se evidencia una amplia imbricación de fibras nerviosas sensitivas en la superficie auricular, describiéndose por varios autores plexos nerviosos subcutáneos en algunas zonas de la oreja. Así, cualquier estímulo (térmico, doloroso, táctil y presión) aplicado en determinado punto o zona de ésta, puede ser trasmitido a los centros nerviosos del tronco encefálico mediante las fibras de uno o varios de estos nervios, que forman la parte periférica de las vías nerviosas sensitivas.
INERVACIÓN MOTORA
Está garantizada por el nervio auricular posterior del facial.
INTERCONEXIONES
En el SNC se realizan las más amplias, disímiles e insospechadas conexiones. Por supuesto, los núcleos de los nervios craneales y de las láminas de la sustancia gris de la ME a los que llega la sensibilidad auricular no son la excepción, y aún más, contribuyen a formar complejos enlaces entre éstas y diversas estructuras nerviosas del organismo
NÚCLEOS SENSITIVOS DEL NERVIO TRIGÉMINO
Estos núcleos, además de recibir fibras de la raíz sensitiva del nervio, establecen múltiples conexiones. La mayoría de las fibras que nacen de ellos cruzan el plano medio y asciende por el lemnisco trigeminal hasta el núcleo ventral posteromedial (VPM) del tálamo, para luego a través de fibras talamocorticales alcanzar los lóbulos parietal (giro postcentral-Campos 1,2,3- y lobulillo parietal superior – Campos 5, 7- ), frontal y temporal
Existe un cuarto sistema de proyección (no cortical) para la sensibilidad dolorosa que pasa desde los núcleos talámicos a los hipotalámicos y provoca los reffejos vicerohormonales.
Algunas fibras sin embargo, ascienden al tálamo con un curso homolateral llegando al núcleo VPM, otras parten de los núcleos sensitivo principal y del tracto mesencefálico cruzan el plano medio y se añaden al lemnisco medial para llegar al núcleo ventral posterolateral (VPL). Fig 23
|
Se ha descrito que ramos colaterales, tanto de neuronas aferentes primarias (del gangliotrigeminal o del núcleo del tracto mesencefálico) como secundarias (de los otros núcleos sensitivos de trigémino), alcanzan otras regiones centrales, pudiendo terminar en el núcleo masticatorio (núcleo motor del trigémino), lo que es importante para los movimientos reflejos de la masticación; y en los núcleos motores de los nervios facial, hipogloso, oculomotor, troclear y accesorio (mediante el fascículo longitudinal medial) constituyendo vías para numerosos reflejos como el corneal, parpadeo, succión, movimientos combinados de los ojos, etc también conectan con la Formación Reticular (FR) (que influye en el procesamiento somatosensorial). Fig 24
Las conexiones con el techo mesencefálico trasmiten impulsos probablemente táctiles, térmicos y dolorosos. El contacto nervioso de sus fibras llega de igual modo al hipotálamo, en el que se produce la liberación de hormonas y a través de él se enlaza con núcleos, que constituyen centros vegetativos superiores. Fig 24.
Fig 24
Además, establece conexiones con el subtálamo (conjunto de estructuras que constituyen importante lugar de integración de varios centros de control motor), y con el cerebelo por vía directa por el Tracto Trigéminocerebelar, originado en el núcleo del mesencefálico; o por vía indirecta asociándose a otras fibras que van al cerebelo se le considera uno de los centros superiores del sistema nervioso vegetativo, interviene en la coordinación de los movimientos y en la adaptación del organismo a la gravedad y a la inercia).
Por otra parte, la porción caudal del núcleo del tracto espinal recibe conexiones de las raíces dorsales de los nervios espinales superiores (Tracto Dorsolateral o de Lissauer debido a su similitud en cuanto a distribución neuronal con el cuerno posterior de (sustancia gelatinosa) Fig 24. También le llegan fibras de las regiones sensorimotoras de la corteza cerebral.
Existen interneuronas a nivel de los núcleos sensitivos del trigémino, que los relacionan entre si y que una vez activadas, modulan la información dolorosa que a ellos llega.
Gray plantea que existen conexiones con otros centros superiores, aunque sus detalles no han sido establecidos en el cerebro humano.
NÚCLEO DEL TRACTO SOLITARIO
Este núcleo recibe información de la sensibilidad especial (gustativa) por los nervios Vago, Glosofaríngeo y Facial; de la sensibilidad visceral de la faringe, esófago, gran parte de otros órganos huecos del sistema digestivo y de órganos torácicos por medio del glosofaríngeo y del vago; y de la sensibilidad general de la oreja por los tres nervios. Es conveniente recordar que ésta última llega al núcleo del tracto espinal del trigémino Se ha descrito que el NTS recibe fibras del cerebelo (modulador de las fibras sensoriales ascendentes), de la corteza cerebral (que igualmente ejerce influencia moduladora el Tracto Corticonuclear) y de la ME.
Del NTS parten fibras que llevan información de la sensibilidad general somática hacia el tálamo (núcleo V PM). Las fibras gustativas secundarias que de él salen, cruzan la línea media (lemnisco gustativo) y ascienden acompañando al lemnisco medial, al lemnisco trigeminal o al fascículo longitudinal medial para alcanzar el núcleo VPM deI tálamo Fig 25
Fig 25
Otras ascienden homolateralmente al hipotálamo por medio del fascículo longitudinal dorsal y del pedúnculo mamilar (fascículo tegmento mamilar). De cualquier forma las vías por las que llegan al tálamo estos dos tipos de sensibilidades (general y especial) procedentes del NTS no están claramente definidas Fig 26.
Otras fibras salen del NTS y hacen sinapsis con el Núcleo Dorsal del Vago (NDV). Hay autores que aseguran la fusión de estos dos núcleos por su extremo caudal. conexiones posiblemente formen parte de los arcos reflejos viscerales que no se hacen conscientes. También se enlazan con la FR (para formar vías reflejas en relación con la gustación), con los núcleos salivatorios de los nervios Facial y Glosofaríngeo (para la secreción salival en relación con los cambios gustativos), con otros núcleos de nervios craneales y con la ME por medio del Haz Solitarioespinal. Fig 26
Por ello no puede considerarse al NTS como un simple relevo de las vías antes descritas, hay otros sistemas que convergen en él, incluyendo fibras ascendentes de la ME, fibras vestibulocerebelares y corticonucleares descendentes; por lo que es probable que se produzca en este núcleo una interacción entre los canales de información y que sus características de trasmisión estén moduladas por la actividad de las fibras descendentes de la corteza cerebral.
Fig 26.
NÚCLEO DORSAL DEL VAGO (NDV):
El NDV juega un papel preponderante en la recepción de información sensitiva visceral, procedente del territorio de inervación del Vago y del Glosofaríngeo, pues posee tipos celulares relacionados con impulsos aferentes viscerales. También establece conexiones con la FR del TE y recibe vías descendentes del hipotálamo, por el que ejercen indirectamente su influencia la neocorteza frontal, estructuras límbicas y el tálamo bases del componente afectivo que acompaña los trastornos vegetativos. Fig 27
El NDV extiende sus fibras visceromotoras (parasimpáticas) a la musculatura lisa y a la glándulas de toda el área de inervación vegetativa del nervio Vago Fig 27.
Fig 27
CUERNO POSTERIOR DE LA MÉDULA ESPINAL
De sus diversas láminas parten los Tractos Espinotalámico Anterior y Lateral (cuyas fibras se cruzan a nivel espinal y forman el lemnisco espinal), que trasmiten impulsos táctiles no discriminativos, de temperatura y dolor, respectivamente.
La sensibilidad táctil discriminativa y propioceptiva consciente es conducida por los Fascículos Grácil y Cuneiforme que llegan a los núcleos de igual nombre en la MO; de sus células parten axones que se arquean y pasan al lado contrario constituyendo la decusación del lemnisco medial; los impulsos trasmitidos por todos estos tractos son recibidos en el tálamo por el núcleo VPL. En su paso por la ME manda colaterales a los núcleos del asta posterior. Fig 28
Fig 28
Impulsos propioceptivos inconscientes se trasmiten por los Tractos Espinocerebelar Anterior y Posterior al cerebelo; el Anterior sufre una doble decusación, la primera a nivel espinal y otra a nivel protuberencial, para llegar a la corteza del cerebelo del mismo lado; el Posterior no sufre entrecruzamiento de fibras, terminando en la corteza cerebelar homolateral. (Fig 29)
Fig 29
Hay fibras que van a núcleos de la FR, constituyendo las vías espinorreticulares {polisnápticas), que pueden ascender por el lado contrario o por el mismo lado acompañando a los tractos espínotalámicos. Sus células de origen pueden ser inhibidas selectivamente por fibras descendentes de las porciones motoras y sensoriales de la corteza cerebral, de la corteza del cerebelo y de ciertas regiones de la FR del TE. A esta vía se le considera de gran participación en el componente motivacional – afectivo y en la activación de sistemas endógenos en el control del dolor -.
De las láminas del cuerno posterior parten fibras hacia el mesencéfalo (tubérculo cuadrigémino superior) para formar el Tracto Espinotectal o Espinomesencefálico, éstas cruzan la línea media y están relacionadas con los movimientos de la cabeza y los ojos hacia la fuente de estimulación, algunas de sus fibras pasan al tálamo y al sistema límbico, por lo que se considera que intervienen en el dolor y otras modalidades de sensibilidad participando en su componente afectivo. Otras forman el Tracto Espinoolivar que conduce información procedente de receptores propioceptivos (inconscientes) y cutáneos (no discriminativos) hacia el núcleo olivar accesorio.
Existen fibras intersegmentarias horno y contralaterales, así como el Tracto dorsolateral (Lissauer) formado por fibras de las raíces dorsales que ascienden y descienden alcanzando uno o dos segmentos; a este tracto se le añaden axones de la sustancia gelatinosa y está presente en toda la ME, contribuyendo a la difusión de la información sensitiva, importante para la terapia auricular y acupuntural.
Las láminas del cuerno posterior envían axones a las láminas intermedias y a las de cuerno anterior, formando así el arco reflejo segmentario.
Por otro lado, gran parte de las fibras corticoespinales ventral y lateral, procedentes de las corteza sensorimotora terminan en las láminas IV-VI, extendiéndose ventralmente por medio de interneuronas hacia el cuerno anterior e influyendo sobre neuronas motora que inervan los músculos esqueléticos, su acción es facilitadora sobre los músculo flexores e inhibidora de los extensores.
El Tracto Rubroespinal desciende acompañando al corticoespinal, sus fibras terminan principalmente en las láminas V-VII, este solapamiento de fibras sugiere una interacción de sus efectos en las neuronas motoras mediante interneuronas. En su trayecto envía fibras a las neuronas motoras de los nervios craneales sobre las que influye. Está relacionado con los movimientos de los miembros inferiores.
La ME no sólo recibe la influencia de los centros superiores a nivel de los cuernos posteriores, hay fibras que van al asta anterior en composición de los Tractos Tectoespinal, Reticuloespinales, Vestibuloespinal y Olivoespinal, facilitando o inhibiendo los núcleos motores y contribuyendo a mantener el tono muscular y el equilibrio.
FORMACIÓN RETICULAR (FR)
La FR presenta enlaces recíprocos con todas y cada una de las principales partes del SNC y por ello influye en las actividades conductuales desde el nivel más elemental al más complejo.
Sus complejas conexiones y funciones, no permiten tratarla sólo como una zona de actividad neuronal para dar explicación a cualquier fenómeno que no puede ser explicado, o por el contrario asignarle un rol funcional simple a sus grupos neuronales o a neuronas individual. La mayoría de los autores están de acuerdo en incluir dentro de la FR ciertas áreas profundas del diencéfalo, mesencéfalo, protuberancia, MO y ME. Para Gray no todos piensan igual respecto a la inclusión de ciertas regiones de la sustancia gris central de la ME.
Su árbol dendrítico se entrecruza secuencialmente y establece sinapsis con la complejísima agregación de haces ascendentes y descendentes, que abarcan componentes de muy diversa procedencia; el trayecto ascendente, descendente o bifurcándose transversalmente, le da aspecto reticular.
El patrón neuronal acompañado de las prolongaciones nerviosas, se describe como conglomerado groseramente divisible en tres columnas longitudinales: Columna central los núcleos reticulares, Columna medial de los núcleos reticulares y Columna lateral de l núcleos reticulares.
Toda información somatosensorial procesada en las diferentes partes del sistema nervioso está sometida a la influencia de la FR; así muchas vías aferentes que convergen en ella a través de fibras aferentes primarias o secundarias, (fig 30) proceden de las astas o cuernos posteriores de la ME, los núcleos sensitivos del trigémino. NTS, vías visuales, acústicas vestibulares.
Se establecen entonces mecanismo de control somatosensorial, cuyos efectos pueden ser inhibidores o facilitadores en dependencia de la situación. Se hace especial énfasis en posible relación que pueda existir entre los controles y mecanismos de “apertura y cierre de puertas” postulados para algunas modalidades sensoriales.
Fig. 30
Se ha demostrado que en los núcleos del rafe existe un complejo grupo de células que envían sus axones por el haz dorsolateral hasta la ME. A estos núcleos se les considera como un lugar importante para la analgesia acupuntural. Otras estructuras situadas más cranealmente, que reciben y procesan información sensorial por influjos reticulares son: el tálamo (considerado como un centro integrativo fundamental para la analgesia acupuntural) y la corteza cerebral, principalmente la frontal, pero también la occipital y la temporal (fig 30).
Se forma pues, un sistema polisipnático, mediante el que la FR recibe colaterales de todas las vías sensitivas y envía fibras a las diversas estructuras del sistema nervioso, ya mencionadas anteriormente.
La FR forma parte de una serie de estructuras que ejercen control sobre la musculatura esquelética (control somatomotor), control que abarca desde un arco reflejo simple, ajustes postulares groseros o finos, habilidades manuales y locomoción, hasta patrones complicados asociados a la comunicación interpersonal o intergrupo y a la expresión emocional que conlleva la complejidad del habla, gestos y fluctuaciones de la expresión facial.
La influencia de la FR puede ser directa o por medio de estructuras neuronales, con las que ellas se enlaza. La Corteza cerebelar recibe su influencia por los pedúnculos cereberales, y además otras estructuras como los núcleos olivares, tubérculos cuadrigéminos núcleo rojo, sustancia negra, cuerpo estriado, corteza somatomotora, que constituyen importantes centros de coordinación motora (Fig 31).
Fig 31
En la FR se han descrito mecanismos de retroalimentación espinoreticuloespinal, que participan en la modulación sensorial y son activados por la acupuntura.
La actividad neurovegetativa también se encuentra bajo el control reticular, ya que los cuerpos neuronales preganglionares reciben influencia parcial de fibras descendentes reticuloespinales o reticulobulbares, ya sea de forma directa o mediante interneuronas, por los que es posible que se establezcan ajustes en la actividad cardiovascular, en la musculatura no estriada en general y en las glándulas de las vísceras toracoabdominales. Además, el control superior de las actividades viscerales se realiza en la corteza orbitofrontal y cingulada, en las principales estructuras límbicas, en los núcleos talámicos dorsales y en los núcleos hipotalámicos. Las fibras responsables de este control descienden por varios tractos hacia la FR y desde aquí por los tractos reticulobulbar y reticuloespinal a los núcleos visceromotores del TE y de la ME (Fig 32)
Fig 32
Aún queda mucho por descubrir acerca del papel que juegan los núcleos de la FR en la verdadera integración funcional, pero es conocido que a este nivel se produce convergencia de influjos provenientes de zonas enfermas y zonas cutáneas sobre una misma área reticular, pudiéndose establecer un mecanismo reflejo al actuar sobre dicha zona cutánea. Esto explica cómo al explorar la oreja se pueden detectar en determinados puntos sensación dolorosa, enrojecimiento, etc., en relación a la afección de estructuras específicas.
SÍNTESIS
Sin dudas, la superficie auricular es una zona donde se reflejan los órganos internos y otras partes del organismo. EI sistema nervioso constituye el elemento anatómico básico de esta representación, su modo amplio de difusión, la confluencia en sus centros todos los estímulos procedentes del medio interno y externo, así como su común origen ontogenético con la piel, son claras razones para este planteamiento.
La oreja posee una amplia inervación sensitiva y vegetativa, procedente de Centros nerviosos que también reciben información de las vísceras; por tanto, estímulos terapéuticos aplicados en la zona o punto correspondiente al órgano afectado, generan impulsos que transcurren por fibras A Alfa, A Beta y A Gamma, trasmisoras de sensaciones (no dolorosas) de tacto, presión, temperatura y propioceptivas, que llegan a los núcleos sensitivos de los nervios craneales y del cuerno posterior de la ME (Láminas III-VI) donde confluye también la información sensorial precedente del tal órgano.
Luego el impulso es trasmitido a otras estructuras del SNC por múltiples interconexiones algunas de ellas hacen consciente el estímulo por las vías habitualmente descritas, llegan a importantes centros que abarcan el sistema límbico, tálamo, hipotálamo, FR, núcleos de los nervios craneales, cerebelo, corteza cerebral y otras, donde se activan, mecanismos capaces de regular o modular la información llegada a ellos por vía vegetativa desde la estructura dañada.
La respuesta de ajuste es conducida por tractos descendentes hasta los centros vegetativos de los sistemas simpático (CVIII -Thl-LlI ó LIII) y parasimpático (núcleos vegetativos de los nervios craneales y segmentos SI -SIV) y de éstos por los nervios periféricos al órgano en cuestión.