OZONOTERAPIA. SU HISTORIA.
El primer reporte del uso práctico del ozono data de 1891, cuando fue aprobada la efectividad de este agente como bactericida en la desinfección de agua potable contaminada. Actualmente es reconocido como el germicida más efectivo para estos fines, ya que su espectro incluye no sólo bacterias, sino también virus y protozoos. Se suma a sus beneficios el hecho de que sus residuos no tienen efectos adversos tóxicos.
Como estrategia terapéutica, el ozono se viene aplicando en humanos desde principios de siglo en un gran número de enfermedades. En los últimos 40 años, su empleo dentro del campo de la medicina ha venido extendiéndose y desarrollándose en diferentes países. Llevan la delantera Alemania, España, Italia, Japón, Estados Unidos, Rusia y Cuba. En muchos de estos lugares existen sociedades nacionales de ozonoterapia.
A pesar de que el ozono en su aplicación médica fue descubierto en la 1era Guerra Mundial como poderoso cicatrizante, las dificultades de su aplicación y efectos secundarios no lo han convertido en agente terapéutico hasta hace sólo unas décadas. Fue descubierto en 1840 por el químico alemán Scobein.
En 1972 se fundó la Sociedad Médica Germana de Ozonoterapia que empezó a ser muy activa.
El ozono ha sido finalmente reconocido por la comunidad científica internacional como uno de los más poderosos oxidantes de la naturaleza. Junto a esta cualidad resalta su capacidad de interacción con los compuestos insaturados orgánicos (ozonolisis) que promueve la detoxificación orgánica de una gran cantidad de sustancias.
Ha sido probada su capacidad antivírica, antifúngica y antibacteriana, dado que ninguna bacteria anaerobia, virus, protozoos u hongo pueden vivir en una atmósfera con alta concentración de oxígeno. Con lo que todas las enfermedades causadas por estos agentes patógenos son potencialmente curables mediante la acción del ozono. Pero, el médico debe conocer muy bien la capacidad del ozono y su dosificación, porque el ozono en grandes cantidades es tóxico. De ahí que, en terapia médica, se utilice mezclado con oxígeno.
Esta es la base de la oxigenoterapia o terapia biooxidativa y autohemoterapia.
Usado correctamente, es una terapia muy efectiva, económica y simple con amplio espectro y potencialidad curativa.
El ozono tiene un olor característico. Y en altas concentraciones es irritante. Este hecho y su característico olor indujeron a su nombre porque la palabra ozono deriva del griego “ozein”, verbo que significa oler.
No pasa a ser irritante para el humano hasta superar niveles de 0.1 ppm.
El 03 se presenta en forma natural alrededor de los rompientes de mar, cascadas y rápidos de los ríos de aguas claras y tras las tormentas climáticas. Es muy característico el olor a ozono a la orilla del mar en el atardecer de un día soleado y caluroso de verano.
La FDA (Food and Drug Administration) ha establecido un nivel máximo tolerable de 0.05 ppm de ozono emitido por cualquier aparato fabricado para uso médico.
Dado que la vida media del ozono es de 30 – 45 minutos a 20ºC (68ºF), descendiendo su concentración al 16% de su valor inicial en dos horas, debe ser generado para uso inmediato en el lugar de tratamiento.
Se ha escrito que el ozono estimula la capacidad orgánica de traslado del oxígeno vital a los tejidos corporales por parte de los hematíes. Junto a la ozonolisis se investiga en atmósferas de ozono comprimido para mejorar el rendimiento deportivo de los atletas.
Fue a finales de los setenta cuando el doctor Eusebio Sala Planell se desplazó a Alemania para ampliar sus estudios sobre Angiología y Cirugía Vascular y descubrió las posibilidades de esta terapia. Y, a partir de este momento empieza a utilizarla en la cicatrización de úlceras en enfermos diabéticos.
El doctor Eusebio Sala-Planell viene utilizando el ozono en sus terapias desde la década de los ochenta y sus primeras experiencias ascienden a los setenta. Estas primeras experiencias con el ozono las realizó en el Departamento de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital de San Pablo de Barcelona donde ostentó la jefatura del Servicio que conserva de forma honorífica. En la actualidad, ejerce su especialidad en la Fundación Sala-Planell de la Clínica Sagrada Familia de Barcelona, donde prosigue sus investigaciones en terapias con ozono. Recientemente, ha vuelto de una estancia en Cuba para estar en contacto con investigadores en este tipo de terapias; ya que, en este país, tienen una larga experiencia en su aplicación en diversos campos.
“Cuando llevas años con el espíritu dolido por haber tenido que amputar miembros por trastornos
En Cuba, se creó en 1986 la primera sala experimental de ozonoterapia. Desde entonces se han desarollado tratamientos para enfermedades de importancia social con un enfoque clínico investigativo muy estrechamente ligado a los trabajos experimentales de laboratorio. Además, se han realizado diversos estudios toxicológicos que corroboran la ausencia de daño o perjuicio tras la aplicación de este proceder a dosis terapéuticas.
Durante todos estos años, los resultados obtenidos han sido altamente satisfactorios, habiéndose comprobado la eficacia de este método en algunas de las enfermedades reportadas en la literatura, como las afecciones vasculares periféricas, las micosis superficiales, dolores osteoartciulares, enfermedades oftalmológicas,entre otras. Desde 1992 en la provincia Holguín se introdujo esta terapéutica, como parte del programa provincial de Retinosis Pigmentaria pero abierta su aplicación a todas las afecciones médicas que lo requieran, constando en la actualidad con una basta experiencia.
También se han conseguido muy buenos resultados en el tratamiento de otras patologías no reportadas anteriormente, como cardiopatía isquémica, demencia senil y accidentes vasculares encefálicos. En los más de 100 mil pacientes que han recibido esta terapia en Cuba no se han registrado reacciones adversas.
La ozonoterapia es una alternativa terapéutica efectiva y paradójica, considerando los conocidos efectos oxidantes del ozono. Sin embargo, su empleo se va ampliando cada vez más.
La efectividad de este tratamiento se basa en las propiedades del llamado “gas azul” y que lo hacen un agente terapéutico único en su tipo: su poder germicida y su capacidad de aumentar el suministro de oxígeno a los tejidos, modular la respuesta inmunológica y de activar la metabolización del oxígeno.
La terapia con este gas no es considerada una medicina alternativa, sino natural. Se utiliza con mayor frecuencia en las situaciones en que la medicina alópata no encuentra los efectos deseados. Sobre todo en el caso de pacientes en situaciones crónicas o críticas que hacen peligrar su vida o alguno de sus miembros, por gangrenas, úlceras o problemas de visión, en especial cataratas; también se aplica en personas que padecen infecciones generalizadas y problemas circulatorios.
Dicen que el gran secreto de la reina madre de Inglaterra, fallecida a los 101 años de edad, fue la ozonoterapia. Regularmente, ella se hacía inyectar ozono líquido, una sustancia que limpia la sangre de las toxinas y rejuvenece el organismo.
La terapia, que debe en gran parte su desarrollo a las investigaciones cubanas, comienza a tener una utilización importante en Chile, y han sido precisamente facultativos de la isla de Cuba quienes la han impulsado acá.
Su éxito es notorio, a pesar de que sus formas de aplicación más comunes puedan no ser del todo agradables: por el ano, a través de sondas, y en el abdomen, con inyecciones. Hace unos días, debutó en el país la modalidad del sauna, implementada en el centro médico Life Extensión, dirigido por los médicos cubanos Héctor Pedroso y Lázaro Calderón.
El sauna de ozono posee doble ventaja, dicen los especialistas: la que brindan los baños de alta temperatura y la del añadido del ozono, que en este caso es absorbido rápidamente por la piel y el sistema linfático a través de los poros abiertos.
—Oxigena los tejidos, los órganos y las células del cuerpo, agudizando el sistema inmunológico para eliminar toxinas cancerígenas desde las células blancas de la sangre También produce un aumento en la entrega de sangre y oxígeno a través del cuerpo.
La propuesta del sauna es relajante y no invasiva y tiene un especial efecto en casos de sobrepeso, hipercolesterolemia, diabetes y estrés oxidativo, entre otras enfermedades
La terapia del ozono se ocupa en enfermedades virales, oncológicas, intestinales, oftalmológicas, cerebrovasculares isquémicas, neurológicas, dermatológicas y artríticas, entre otras.
Los tratamientos son rápidos, eficaces y económicos. Y consisten en un número de sesiones que varían en cantidad y duración, según la afección de que se trate. Por lo general, se requieren entre 10 a 15 sesiones. Las aplicaciones son indoloras y no tienen efectos adversos.
Actualmente, es reconocido como el agente germicida más efectivo para estos fines ya que su espectro incluye no sólo bacterias, sino también virus y protozoos, a lo que se le suma que sus residuos no tienen efectos tóxicos.
Por otra parte, el ozono como estrategia terapéutica se viene aplicando
en humanos desde principios de siglo en un gran número de enfermedades aparentementeno relacionadas entre sí, obteniéndose resultados favorables, pero con desconocimiento de los mecanismos bioquímicos de acción y sin la conducción de ensayos clínicos de forma controlada.
En los últimos 40 años el empleo del ozono dentro del campo de la Medicina ha venido extendiéndose y desarrollándose en diferentes países como Alemania, España, Italia, Japón, Estados Unidos, Rusia, Argentina, Chile y Cuba, entre otros, existiendo actualmente sociedades nacionales de ozonoterapia en muchas de estas naciones.
En Cuba, a partir de noviembre de 1986, fecha en que se creó la primera sala experimental de ozonoterapia, se han desarrollado tratamientos para varias enfermedades de importancia social con un enfoque clínico-investigativo muy estrechamente ligado a los trabajos experimentales de laboratorio. Además se han realizado diversos estudios toxicológicos que corroboran la ausencia de daño o perjuicio tras la aplicación de este proceder a dosis terapéuticas.
Durante todos estos años los resultados obtenidos han sido altamente satisfactorios, habiéndose comprobado la eficacia de este método terapéutico en algunas de las enfermedades reportadas en la literatura, como las afecciones vasculares periféricas, las micosis superficiales, dolores osteoarticulares, entre otras. A la vez, se han obtenido resultados satisfactorios en el tratamiento de otras patologías no reportadas anteriormente, como la cardiopatía isquémica, demencia senil y accidentes vasculares encefálicos. En los más de 100 000 pacientes que han recibido este método terapéutico en nuestro país no se han reportado reacciones adversas.
El enfoque científico del trabajo desarrollado en el decursar de todos estos años, así como los aportes realizados en la esfera de la Medicina, han dado a Cuba un reconocido prestigio de carácter mundial dentro del campo de las aplicaciones del ozono con fines terapéuticos.
Asimismo, se ha trabajado satisfactoriamente en el diseño y construcción de ozonizadores con fines terapéuticos y otros diversos accesorios necesarios para este proceder, lo cual ha posibilitado la producción nacional del equipamiento fundamental para la extensión de la ozonoterapia a todo el país, así como la exportación de los mismos a otros países.
Hoy día más de 30 unidades de salud en Cuba tienen instalado equipos generadores de ozono para uso terapéutico y usan los protocolos diseñados en el Centro de Investigaciones del Ozono. Tales instituciones están distribuidas en todas las regiones de nuestro país y forman parte de la nombrada “Red Nacional de Ozonoterapia”, que es una organización para el control de la utilización de la ozonoterapia en el país. Además, esta organización, aparte de establecer los protocolos y lineamientos oficiales de la ozonoterapia, califica a los especialistas, recopila y distribuye la información científica; y organiza eventos donde se discuten los resultados de cada región del país.
Actualmente, la ozonoterapia en Cuba tiene el siguiente objetivo:
– Desarrollo de nuevos procedimientos a partir de la investigación desde la etapa in vitro y los estudios preclínicos hasta los ensayos clínicos controlados, profundizando en el conocimiento acerca de los mecanismos de acción biológica del ozono cuando se emplea con fines terapéuticos..
Como todos sabemos, el oxígeno es imprescindible para la vida; las células del organismo lo necesitan para producir energía y poder cumplir sus funciones vitales.
Con el paso de los años, las células se ven afectadas por factores naturales, conductuales y ambientales: edad, estrés, contaminación, malnutrición, enfermedades, radiaciones solares, sedentarismo, consumo de tabaco y alcohol, etc.
Estos fenómenos provocan la progresiva desactivación de los sistemas enzimáticos naturales encargados de la producción de energía y de la protección contra el exceso de oxidación y los nefastos radicales libres. Hoy sabemos que la administración terapéutica del ozono combate muchas de las patologías resultantes de estos procesos.
El ozono, conocido como “gas de la vida” por el papel fundamental que juega en la existencia de los organismos vivos, es una variedad triatómica del oxígeno que se forma naturalmente en las altas capas de la atmósfera. Fue descubierto en 1840 e inicialmente se utilizó para la curación de heridas, por su potente efecto bactericida y cicatrizante.
Gracias a la investigación y la experimentación médica con ozono en diversos países de Europa y América, con el paso del tiempo se descubrieron otras importantes propiedades del ozono y otras vías de aplicación que potencian su eficacia.
En las últimas décadas del siglo XX se desarrolló el estudio y la práctica sistemática de la aplicación del ozono al organismo humano con fines terapéuticos, llamada ozonoterapia.
En la actualidad la ozonoterapia se practica con éxito en prestigiosos centros médicos de todo el mundo.
El OZONO es una forma alotrópica (O3) del oxígeno molecular (O2) que está presente, como un constituyente gaseoso natural, en las capas altas de la atmósfera, representando el 0,0001 % de su composición total. El ozono fue descubierto por el físico holandés Van Marum en 1783, investigando con máquinas electrostáticas las cuales desprendían un olor característico; al igual que le sucedió años más tarde, en 1801, a Ciusank al efectuar la hidrólisis del agua
El origen etimológico del ozono, bautizado así por Scobein en 1840, deriva del griego OZEIN verbo que significa “oler”, ya que este gas presenta un olor muy característico, único y punzante. No puede ser olido cuando su concentración supera las 0,1 ppm pues empieza a ser un gas irritante. El descubrimiento de las propiedades bactericidas y cicatrizantes del ozono permitió a los investigadores profundizar en el conocimiento de los efectos beneficiosos del mismo, hasta entonces desconocidos, y en el uso del ozono como terapia curativa en los distintos campos de la Medicina. La primera constancia bibliográfica del uso en Medicina, data entre 1915 – 1918, cuando el Doctor R. Wolff empezó en Alemania a hacer curas de Ozonoterapia para la limpieza y desinfección de heridas sépticas de guerra.
En 1950, Haüsler inventó un generador de ozono para uso médico que permitiría la dosificación exacta de las mezclas de ozono - oxígeno. Este hallazgo fue decisivo en la Terapéutica, pues es necesario aplicar una dosis adecuada de ozono para evitar la peroxidación excesiva que pudiese ocasionar daño en las membranas de las células. Esta dosificación varía entre 1 y 100 mg de ozono/l de oxígeno de acuerdo a la vía de administración y la patología en cuestión.
A finales de los años setenta, el prestigioso angiólogo y cirujano vascular español Dr. E. Sala, entró en contacto con la Sociedad Médica Alemana y descubrió nuevas posibilidades de aplicación. Durante su brillante carrera, no abandonó las investigaciones con pacientes con graves patologías vasculares en el ámbito hospitalario, al igual que dedicó periódicamente su tiempo a escribir artículos que fueron informando sobre métodos, resultados y evolución de la Ozonoterapia como técnica aplicada en distintas patologías.
En 1981, se utiliza por primera vez el ozono en La Habana (Cuba), cuando fue probada la efectividad de este agente como bactericida en la desinfección de agua potable contaminada. Actualmente, es reconocido como el agente antimicrobiano más efectivo para estos fines, a lo que se le suma, la inexistencia de efectos adversos tóxicos en sus residuos. Ya en 1986, se crea la primera sala experimental de Ozonoterapia en Cuba, donde se desarrollaron tratamientos para enfermedades aparentemente no relacionadas entre sí.
En la actualidad, desde el punto de vista científico, caben destacar los trabajos realizados por el Instituto Latino de Roma. Sus investigaciones se basan en el tratamiento de las hernias de disco cervicales, dorsales y lumbares con resolución de la patología con una mínima agresión, consiguiendo después de tres o cuatro meses de su aplicación la rehidratación y expansión completa del disco (basados en estudios de Resonancia Magnética). La única contraindicación que se da es en la espondilolistesis porque al producirse esta rehidratación el disco se desplazaría.
El oxígeno es de capital importancia para la adecuada integridad y función de tejidos y órganos. Su disminución (hipoxia) está involucrada en multitud de procesos: isquémicos, tróficos, degenerativos, inflamatorios, energéticos, etc.
El ozono es una forma alotrópica del oxigeno que se encuentra de forma
natural en la atmósfera de la tierra entre 50.000 y 100.000 pies (ozonosfera) como un gas de color azul pálido, que se crea cuando la energía ultravioleta convierte el O2 en una molécula de O3.
También se produce de forma natural con el rayo y el relámpago, su función es la de absorber la mayor parte de la radiación ultravioleta del sol impidiendo que afecte directamente a la superficie terrestre, si no fuera por la capa de ozono la supervivencia en la Tierra de animales y plantas seria imposible.
Sin embargo el ozono puede ser un contaminante en las capas mas inferiores de la atmósfera terrestre cuando los hidrocarburos (nitrógeno y dioxido de carbón oxido) crean un smog fotoquimico, formando contaminantes altamente corrosivos dando lugar a la lluvia ácida.
A nivel industrial se utiliza debido a su efecto antiséptico para la potabilización
del agua, siendo mucho mas eficaz y rápido que el cloro, no solo por su efecto antiviral y antibacteriano, sino por eliminar los malos olores derivados de los fenoles, pesticidas, detergentes, etc. y evitar el mal gusto del sabor a cloro del agua. La primera planta de potabilización de aguas del abasto con ozono se construyó en Mónaco en 1860.
También es utilizado por la industria embotelladora para la desinfección,
eliminación de malos olores en la producciones cerveceras, en la industria
farmacéutica como desinfectante, en la fabricación de componentes
electrónicos para oxidar las impurezas, eliminar malos olores en fabricas,
depuradoras, etc.
El primer medico que utilizo el ozono con fines terapéuticos fue Albert Wolff en 1915 durante la primera guerra mundial para tratar heridas, infecciones, enfermedades de la piel, mejorar la cicatrización, etc. No tuvo gran éxito ya que las bolsa empleadas de goma natural se estropeaban rápidamente, actualmente se utilizan bolsas de teflón con las que este problema se ha solucionado.
Sin embargo hasta 1932 la ozonoterapia no se estudia seriamente por la
comunidad científica. El odontólogo alemán Dr. Fisch utilizaba agua ozonificada como desinfectante y uno de sus pacientes el cirujano Dr. Erwin Payr pensó en las posibilidades terapéuticas del ozono y conjuntamente con el Dr. Aubourg (Francés) son los primeros en aplicar el ozono vía rectal para tratar colitis y fístulas rectales.
Posteriormente en 1945 el Dr. Payr utilizo el método de inyectar ozono por vía intravenosa para el tratamiento de desordenes circulatorios.
En 1950 el Dr. W. Zable lo utiliza para el tto del cáncer, posteriormente también lo utilizan los doctores P.G. Seeger, A. Varro y H. Werkmeister.
Basados en estas experiencias a partir de la década de los sesenta, los
médicos alemanes comienzan a utilizar el ozono en el tratamiento de gran
variedad de enfermedades, tanto de forma aislada o de apoyo a las terapias medicas tradicionales.
El retraso en la investigación de los efectos terapéuticos del ozono viene
motivado sobretodo por no poder patentarse, ser sumamente barato y
utilizarse en una amplia gama de enfermedades. La mayoría de los estudios han sido enfocados a demostrar los efectos tóxicos del ozono respirado en relación con la contaminación del aire.
Actualmente aproximadamente 8.000 profesionales médicos utilizan
en Alemania el ozono en sus tratamientos, y aproximadamente 15.000 médicos en toda Europa. Aproximadamente 10 millones de personas se tratan en Europa con Ozono
La mayor parte de los generadores de ozono se fundamentan en el principio del generador de Von Siemens (1857) basado en producir descargas eléctricas de alto voltaje en el interior de un flujo de oxigeno, con lo que se obtiene un 5% de ozono puro, lo que es suficiente para la respuesta terapéutica de la ozonoterapia.